¡Por favor, no te vayas!
¡No te alejes!
¡No me abandones!
- Cada día, durante semanas... en estos años, una y otra vez. Solo lágrimas.
¿Por qué me haces esto?
¿No me amas?
- No había diferencia entre días y noches, era lo mismo a cualquier hora. Encerrado en una habitación oscura.
¡Yo te amo! ¡Sé libre de elegir!
- Aunque mueras de dolor, seguirás esperando. Despertar entre llanto y desesperación.
¿No te importo ya?
- NUNCA LE HAS IMPORTADO. PUDISTE HABER MUERTO EN ESTE TIEMPO. NUNCA LE IMPORTÓ.
Te esperaré con los brazos abiertos siempre, y los sentimientos dispuestos...
Ella le abrirá las piernas a otro, y se entregará en cuerpo y espíritu a aquel, hasta darle un pequeño retoño...
Estoy solo, ¿recuerdas mi promesa?
- Ella encontró felicidad con alguien más. Ella lo ama a él.
¿Por qué no me dejas saber de Ad, crees que no me importa?
- Ella estará satisfaciendo los deseos de ambos, mientras Ad está durmiendo... tal vez; y tú, hundido en silencio.
La dejé ser libre... ella es libre.
- Te equivocas, ella le pertenece a él. Él hará con ella lo que le plazca, porque ella se entregó totalmente.
¿Las promesas? ¿Qué pasó con nuestras promesas?
- No entiendes. Tú ya estás muerto, solo que no te has dado cuenta aún...
Pero... yo le entregué lo mejor de mí.
- Y ella te dejará las sobras de otro, porque ella está moldeada al gusto y gana de alguien más, que no eres tú.
No quiero vivir así, duele... duele, ¡no más, por favor...!
- No estás vivo, eres un despojo. La realidad nunca cambiará.
No me importa... no sé odiar, yo la perdonaré...
- Y volverá una vez más, para recordarte lo miserable que eres... solo basura.
No... no, ¡NOOO! Maldita sea... maldigo todo, debería estar muerto...
- ¡Al fin! Abriste los ojos, podrás ser libre.