"Si yo trato de ir correctamente, sin duda fallaré; y esta noche...
esto no irá bien entre nosotros... nuevamente..."
***********************************************
*********************************************** "Prefiero morir probando el dolor de la verdad, a vivir una mentira que nunca fue... ni será realidad"
***********************************************
Rencor:
|
Hace unas semanas opté por tomar fuerza, y el valor suficiente para observar lo que había dejado atrás. Me di cuenta que guardé doce años de mi vida, atesorándolos como si de algo valioso se tratara.
Es uno de los grandes problemas como ser humano, al cual debo enfrentarme y aceptar ahora: Todo fue mentira, desperdicios sin valor, ni razón. Basura.
Me duele, no puedo negarlo. Es una astilla profunda y sucia que de a pocos, fue infectando mi razón.
¿La razón? me indicaba ser cauteloso, aquel temor a equivocarme hubiese ahorrado el gasto de energía y vitalidad que ahora, ya no podré recuperar jamás.
Noches sin sueños, madrugadas en espera; amaneceres envueltos en lágrimas, días insensibles, ocasos nostálgicos... sueños fragmentados, espera sin sentido; gotas derramadas al piso, dilapidada sensibilidad, nostalgia humillada...
Creí que la esperanza era lo último que un humano pierde, era aquello que lo mantiene en pie y enfrentarse contra el universo total si fuera necesario, aún cuando todo parece ir contra él.
Y esto es irracionalidad pura, más sentido tiene lanzarse por un puente queriendo salir intacto, o quizá esperando un milagro que nunca será.
"Lo único que aún me queda es mi fé, incluso me aferro a ella por no perderla..."
Siento que la poca cordura que ocasionalmente me acompañaba está por perderse y terminará haciendo estallar mi mente, y de ser posible... mi cabeza con ella.
Es doloroso descubrir la verdad, pero es terrible aceptarla siendo tan retorcida y grotesca conforme se presenta.
Ofrecí velar sus sueños, y me entregaron pesadillas; entregué mis sonrisas sinceras, lágrimas me fueron devueltas; mostré pequeños destellos de esperanzas... que fueron pisoteadas y humilladas, solo para dejarme desesperación.
Hay dos cosas que jamás deben pedirse "por favor".
La primera, es "por favor, no mientas ni me engañes..."; y la segunda es "por favor, no te vayas...". Ahora que lo recordé y analizo con tranquilidad (forzada), sé que debí haber sido el más tonto en esos instantes, la persona más estúpida y ridícula sobre la faz del planeta cuando pronuncié esas palabras...
Hoy, conociendo la verdad; aunque amarga y dolorosa, he aprendido a aceptarla, porque esta no cambiará. Nunca ganaría, jamás obtendría una migaja de sinceridad. Peor aún, perdería más de lo que apenas tenía... el poco afecto y mi lealtad pisoteada...
Hoy... que me hallo de pie al borde de la locura, aprendí a tomar este vacío como parte de mí, un vacío real y tangible que llevo conmigo hace siete años...
|
***********************************************
***********************************************